viernes, 13 de julio de 2007

No construyas la desalinizadora, sígueme la corriente

Leo en Treehugger la idea de un físico de Queensland para acabar con la sequía del sur de Australia a un costo 30 veces más económico que si se empleasen plantas desalinizadoras. Si la genialidad se basa en la sencillez, ciertamente este hombre, Ian Edmonds, se merece un lugar en el Olimpo de los proponentes de soluciones prácticas. Al fin y al cabo, si la naturaleza nos dota de recursos gratuitos e inacabables ¿por qué no aprovecharlos?

Edmonds dice que se podría aprovechar los excedentes del norte de Australia, donde ríos como el Tully vierten sus aguas hacia el Indico “embotellándola” en enormes bolsas de plástico reforzado (1 mm de espesor) y enviándolas hacia el sur vía “Ocean Express”. Para aprovechar este recurso, habría que arrastrar a las bolsas con remolcadores unos 90 kilómetros mar adentro, hacia las corrientes descendentes superficiales de la costa este, y luego se las dejaría a la deriva para que el propio océano actuase como transportista. Las bolsas viajarían a una velocidad de 6 kilómetros por hora, por lo que poco más de 15 días el agua se recibiría en las perpetuamente secas regiones del sur.

La idea me parece además completamente aplicable a nuestro país, donde también el norte es rico recursos hídricos, y donde el sur padece normalmente “pertinaces” sequías. Si la NASA no miente, las corrientes superficiales en el Atántico norte también fluyen hacia el sur, por lo que este método podría perfectamente aprovechar parte del agua que ríos como el Miño, Ulla, Tambre e incluso los astures Sella y Nalón, para llenar bolsas de agua que la corriente pudiese transportar hacia Huelva y sobre todo a las Canarias. Lógicamente, las bolsas deberían ir correctamente balizadas para indicar su presencia al tráfico marítimo, y deberían incluir algún dispositivo para su geolocalización por satélite, pero todo esto es algo relativamente barato y sencillo de implementar. ¿Veremos en el futuro, además de leche gallega y asturiana, grandes convoys de bolsas de agua del norte camino a donde más se la necesite?

Científicos italianos construyen láser atómico

Científicos italianos afirman haber descubierto el modo de conseguir el “láser atómico” imaginado por Albert Einstein en 1925.

Los lásers, tal y como existen a día de hoy, son haces concentrados de partículas de luz, o fotones.

El descubrimiento por parte de investigadores de la Universidad de Florencia, producirá lásers de átomos en lugar de de fotones, lo cual hasta el momento había resultado imposible puesto que los científicos no encontraban la forma de detener el rebote de los átomos entre si, tal y como informó ayer viernes la agencia de noticias italiana ANSA.

La consecución de un láser atómico es algo largamente esperado en el campo de la micro-electrónica, comentó el líder del equipo científico Massimo Inguscio.

El equipo de Inguscio empleó isótopos de potasio para construir un “condensado atómico” apiñado armoniosamente en el interior de un agujero mediante un campo magnético, similar al modelo téorico anticipado por Einstein y su colega Satyendra Nath Bose, comentó Ignuscio.

“De este modo la interacción de los átomos es virtualmente inexistente”, comentó Inguscio.

Traducido de Italian scientists build atomic laser (Newsdaily)

Arquitectos del MIT diseñan un edificio con paredes de agua (¡para Zaragoza!)

Si una pequeña fuente basta para relajarnos, ¿qué tal una casa entera hecha de agua?

Arquitectos del MIT están listos para desvelar un “pabellón digital de agua” en la Expo que el año que viene tendrá lugar en Zaragoza, España. En el pabellón, que funcionará como “algo parecido a una impresora de inyección de tinta a gran escala, que controlará la caída de gotitas de agua”, las estructura de las paredes consistirá en una serie de cortinas acuáticas móviles “que dejará vacíos en algunas localizaciones específicas – formando un patrón de pixels creados de aire y agua en lugar de puntos luminosos en una pantalla”. Una serie de sensores permitirá que se abran momentáneamente unas puertas a medida que la gente se aproxime.

(Vale, el suelo es sólido, aunque su superficie también estará cubierta por agua. ¿Qué esperabas, una suspensión mágica de la gravedad?)

La nota de prensa dice que, como las tuberías, la electrónica y el agua reciclada son baratas “las paredes de agua podrían ser concebidas para su creación a gran escala”. Esto parece un poquito cogido con alfileres — ¿realmente es necesario intentar justificar su construcción en términos de ecologismo? Asombrosas caídas transparentes formando paredes, esa es toda la razionalización que necesita un edificio construido con agua.

domingo, 8 de julio de 2007

Plástico autorreparable. De la ficción a la realidad

Juliett Morales cyt prensa-latina.cu
Quizá dentro de unos años no tengamos que preocuparnos por una gran fisura en la bolsa de plástico debido al peso de las naranjas. Tampoco de alguna rotura en la pieza de un avión en pleno vuelo. El material tendría la capacidad de autorrepararse.
Parece ciencia ficción. Objetos de plásticos que se arreglan solos, un buen tema de película, pero que podría pronto abandonar el mundo de la imaginación y pasar al de la vida real.
Investigadores de la Universidad estadounidense de Illinois, utilizaron una ciencia en desarrollo, la nanotecnología, para crear el material con capacidad de restañar sus heridas, lo que fue publicado en la revista Nature Materials.
Como muchos de los avances de las ciencias, que se inspiran en los fenómenos de la naturaleza, el equipo desarrolló el plástico autorregenerador a partir de la capacidad de cura de la piel humana.
Las bolsas de plástico resistentes podría ser una de las múltiples aplicaciones del invento de los científicos de Illinois.
Su principal uso sería en la medicina con el desarrollo de implantes médicos, prótesis externas (bucales, de brazos o piernas) o internas (catéters, venas artificiales).
También se explotaría en la aeronáutica y vuelos espaciales, lo que ayudaría a evitar tragedias como la del trasbordador Columbia en febrero del 2003, si el material de los cohetes tuviera la capacidad de autoarreglarse.
Sobre la inventiva del equipo estadounidense, el profesor Francisco Martínez Díaz, del Departamento de Ciencias de los Materiales de la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad de Chile, opinó que tiene "múltiples proyecciones".
"Por ejemplo en la microelectrónica, en aplicaciones celulares, piel sintética, o en la óptica, donde actualmente reparar los lentes de gran tamaño es muy costoso", indicó el experto.
El plástico autorregenerable funciona parecido al sistema vascular de los seres humanos. Al ocurrir la grieta son liberadas nanopartículas que la cicatrizan.
Cuando restañan la herida el material se vuelve a polimerizar, por lo que el plástico queda sin huella alguna de la grieta, algo parecido a las propiedades que exhibía el androide de "metal líquido" de la película "Terminador".
El mismo equipo de Illinois creó hace seis años polímeros con la posibilidad de autorrepararse cuando se exponen al calor o la presión.
Sin embargo, nunca antes se había creado una materia con el poder de "sanar" sus heridas, sin intervención alguna.
REDES MICROVASCULARES
El equipo formó los materiales reproduciendo de forma tridimensional redes microvasculares, parecidos a los existentes en la piel humana.
"Estos polímeros que se autorreparan son sustancias que van dentro de microcápsulas en un catalizador y están distribuidas en todo el material", explicó Martínez.
Esas microcápsulas -añadió- se desintegran y sueltan el agente reparador en presencia de una falla. Mediante catalizadores, ese compuesto se polimeriza, para subsanar el plástico.
El material autorreparable posee una capa superior, donde se hallan los catalizadores, y otra inferior, en la que existe una red que transporta el líquido reparador.
Por ahora, el material es capaz de reparar las averías superficiales, pero los investigadores trabajan para perfeccionarlo y hacer que también curen las de mayor profundidad.
Martínez considera que el costo es la principal limitante para la aplicación de ese producto a una escala mayor, aunque ya se habla de pinturas para automóviles con la capacidad de sanar, para fastidio de los que se entretienen en rayarlos.