jueves, 19 de marzo de 2009

Científicos del NIF pretenden replicar el sol


Científicos californianos creen que serán capaces de replicar el poder del sol disparando haces de láser sobre una diminuta bolita de hidrógeno. Los experimentos tendrán lugar en algún momento a lo largo de esta próxima quincena.

En un reciente artículo publicado en el 
Times, físicos del Complejo Nacional para la Ingición (NIF) en el Laboratorio Lawrence Livermore de California, EE.UU., opinaron que los experimentos sobre fusión nuclear podrían ofrecerle al mundo una fuente de energía limpia.

El “perdigón” de hidrógeno será bombardeado con 192 haces de rayos láser capaces de generar 500 billones de vatios, según los científicos este nivel de energía es 1.000 veces superior a la que circula por toda la red eléctrica de los Estados Unidos en un momento cualquiera.

“Esperamos que los experimentos de ignición demuestren que se puede generar más energía que la que suministramos al experimento, y que la fusión podría actuar como fuente de generación de energía libre de carbono”, comentó Ed Moses, director de las instalaciones del NIF.

La idea es que en 25 años puedan existir estaciones de fusión capaces de aportar una alternativa a los combustibles fósiles. Este tipo de centrales eléctricas, generarían electricidad libre de carbono empleando átomos de hidrógeno extraídos del agua del mar como combustible, y además el volumen de residuos radiactivos que se producirían sería mínimo. Pero para eso, antes hay que demostrar la viabilidad del proceso, y eso es lo que los físicos pretenden conseguir con los experimentos que están a punto de realizar.

Esperemos que las noticias desde el NIF sean positivas y desmientan las previsiones más agoreras de gente como Charles Seife.

La misión Kepler a punto de lanzamiento


Si todo marcha bien, esta noche a las 4:49 de la madrugada hora española, debería de despegar desde Cabo Cañaveral el cohete que lance al espacio al telescopio Kepler, un artilugio diseñado para encontrar al primer exoplaneta de un tamaño similar al de la Tierra, orbitando a su estrella madre en las regiones Goldilocks(Ricitos de oro) o lo que es lo mismo: en las zonas habitables.

Seguramente os preguntéis qué tienen que ver las regiones habitables alrededor de una estrella con el cuento infantil Ricitos de Oro. Si recordáis el cuento, cuando la niña probaba los tres cuencos de gachas en casa de los osos, uno estaba demasiado caliente y el otro demasiado frío, pero el del osito pequeño tenía la temperatura perfecta. Eso es lo que buscan los astrónomos, regiones no demasiado frías (alejadas de su sol como pueden ser las correspondientes a Júpiter), ni demasiado calientes (demasiado cercanas a la estrella como le pasa a Mercurio) sino templadas como la que ocupa nuestro planeta. Nuestra privilegiada ubicación alrededor del sol permite que nuestro planeta cuente con agua líquida en superficie, un prerrequisito que se considera esencial para la aparición y mantenimiento de la vida tal y como la conocemos.

Por eso mismo, los aficionados a la astrobiología estamos ansiosos - desde hace ya 17 años - por que todo le vaya bien al telescopio Kepler, ya que esta misión tratará de contestar a la vieja pregunta ¿Hay otros planetas como el nuestro ahí afuera? Una duda tan antigua como el hombre que ahora podríamos estar en disposición de intentar resolver.

La misión Kepler, la primera que supuso una colaboración entre mi queridaAstroseti y la agencia espacial estadounidense, situará al telescopio detrás de la Tierra, para evitar que nuestro planeta entorpezca su visión, y una vez emplazado comenzará a observar 100.000 estrellas vecinas, durante tres años y medio, en busca de planetas.

El deseo es monitorizar estrellas de un amplio rango de variedades, desde pequeñas y frías donde los planetas deberían orbitar desde muy cerca si quieren obtener calor, a estrellas más cálidas y mayores que el sol, donde los planetas deberían mantenerse bien alejados si quieren evitar asarse a la parrilla. Kepler buscará exoplanetas explorando las pequeñas atenuaciones en el brillo de sus estrellas madre. Cada vez que un planeta orbitando a su estrella, se sitúe justamente en línea recta entre la estrella y el observatorio espacial, su masa provocará un ligero y casi imperceptible opacamiento de la luz estelar. Las potentes cámaras del telescopio Kepler, el mayor jamás enviado al espacio, podrán observar hasta el más ténue de estos parpadeos lumínicos.

Luego bastará comprobar la periodicidad de estos atenuamientos para descubrir el período orbital del planeta cuyo tránsito los provoca. La dificultad técnica de detectar a un planeta del tamaño de Júpiter cruzando frente a su estrella madre, es comparable a medir la sombra producida por el vuelo de un mosquito frente a las luces de un automovil. Así que podéis imaginaros la dificultad de encontrar a un planeta del tamaño de la Tierra… los expertos lo comparan a encontrar la sombra producida por una pulga que saltase frente a esa misma luz frontal del coche.

Si la misión quiere encontrar planetas rápidamente en las zonas habitables de sus estrellas, debería empezar por buscar alrededor de estrellas más pequeñas que nuestro sol. Esto es así porque la zona Goldilocks está más cerca en las estrellas pequeñas y los planetas que circulasen dentro de estas regiones necesitarían menos tiempo para completar una vuelta, por lo que en teoría la misión Kepler tardaría menos tiempo en encontrarlos, y de igual modo la confirmación de su existencia por parte de los grandes telescopios terrestres también sería más rápida.

Para planetas del tamaño de la Tierra orbitando estrellas del tamaño de nuestro Sol - es decir, verdaderos análogos de la Tierra - la confirmación por parte de telescopios terrestres podría tardar hasta tres años, así que habrá que ser pacientes. En fin, después de todos los años que hemos esperado para el lanzamiento de esta misión detecta Tierras (pero que no podrá observarlas directamente), creo que tres años de espera por la confirmación de la existencia de Tierra 2.0 no es demasiado pedir.

Se inicia una era maravillosa en exploración espacial. ¡Buena suerte kepler!

El MIT diseña un complemento que transforma tu bici en un vehículo eléctrico

Ingenieros del MIT han desarrollado (y ahora están probando) una actualización de la vieja bicicleta que puede instalarse fácilmente para transformar tu clásico vehículo activado a pedales en un vehículo completamente eléctrico, o híbrido.. si además de ir subido encima, decides aplicar tu propia fuerza a los pedales.

Este añadido, al que han bautizado como GreenWheel (RuedaVerde) te permitirá circular 40 kilómetros sin tocar el pedal. Si además quieres hacer un poco de deporte y contribuir pedaleando, entonces probablemente puedas recorrer 80 kilómetros con una sola carga, ya que la rueda incluye su propio generador de electricidad (además de un motor y baterías).

“Lo único que tienes que hacer es quitar la rueda trasera de tu bicicleta, sustituirla por una GreenWheel, enchufarla y listo… debería funcionar sin problemas”, comenta Ryan Chin, uno de los diseñadores de la GreenWheel. “El conjunto ha sido diseñado de modo que todos los componente, menos el acelerador, estén encastrados en la rueda”.

El dispositivo será ser también muy duradero; sus fabricantes le dan una vida útil de 64.000 kilómetros (cambiarás de bici antes que de baterías). Eso debería bastar para usarla durante ocho años a un promedio de 160 kilómetros semanales. El precio será un proco prohibitivo al principio, pero parece que pronto podrían estar disponibles por unos pocos cientos de euros. En comparación a las soluciones anteriores es mucho más simple de instalar, ya que tanto el motor como la batería están encapsulados en una sola pieza. La velocidad máxima que podrán alcanzar las bicis que instalen este add-on es de 48 km/h.

El acelerador, que se montará en el maniillar, enviará las señales a través de conexión wireless al motor/rueda. No se a vosotros, pero para los que no podemos esperar al lanzamiento del Opel Ampera, uno de estos cacharros podría ser una solución perfecta para moverse por la ciudad.

Visto en Green Optimistic y Msnbc.

El avión espacial Skylon recibe una inyección de capital

Un innovador concepto de lanzadera espacial, de diseño británico, recibirá de la Agencia Espacial Europea una inversión de1 millón de Euros para su desarrollo. El avión espacial Skylon podría despegar de cualquier pista de aeropuerto normal, transportar 12 toneladas de carga útil al espacio, y regresar a tierra aterrizando en la misma pista desde la que despegó. El dinero invertido por la ESA debería de ayudar a demostrar que esta tecnología, incluyendo el motor de cohete alimentado por aire llamado “Sabre” (sable), es factible.

Reaction Engines, la compañía que se encarga del proyecto, cree que su lanzadera reutilizable podría estar lista para el vuelo en solo 10 años. Alan Bond, director de Reaction Engines comentó: “El coste del lanzamiento de un cohete tradicional, en torno a 100 millones de dolares, es un lastre para el crecimiento de este mercado. El santo grial para la transformación de la economía del espacio es el empleo de naves verdaderamente reutilizables, capaces de despegar desde un aeropuerto, de llegar por sus propios medios al espacio transportando satélites, y de regresar a salvo a la Tierra”.

La clave tecnológica del concepto Skylon es su sistema de propulsión Sabre. Es parcialmente un motor de jet como el de los aviones, y parte motor cohete. Quema hidrógeno y oxígeno para obtener su empuje, pero en la parte baja de la atmósfera, el oxígeno que consume lo obtiene de la propia atmósfera.

A velocidades altas, el Sabre tendrá que vérselas con gases a 1.000 grados de temperatura en la toma de alimentación. Este aire deberá ser enfriando antes de iniciarse la compresión para quemarlo con el hidrógeno. El verdadero logro de este motor a reacción es su notable intercambiador de calor pre-refrigerado. Todo un entramado de tuberías extremadamente finas cubren la toma de gases calientes para hacer caer su temperatura a menos 130ºC en solo una centésima de segundo.

El dinero de la ESA viene de los programas de desarrollo de tecnología de la agencia y contribuye a un programa total de inversión en el proyecto Skylon de casi 6 millones de libras. El dinero permitirá que Reaction Enginess construya unas instalaciones en Culham (Reino Unido) para hacerle una prueba completa al pre-refrigerador.

Otros aspectos del diseño del Skylon serán investigados por la empresa EADS Astrium, la agencia espacial de Alemania (DLR) y la Universidad de Bristol.

Europa ya cuenta con un sistema de cohetes con partes desechables muy capaz, como es el Ariane 5, pero la ESA tiene desde hace tiempo un ojo puesto en el futuro y en las tecnologías que facileten la próxima generación de sistemas de lanzamiento.

Garantizar el acceso al espacio de sus miembros es uno de los objetivos principales de la ESA, pero reducir los costes de ese acceso es así mismo importante.

Visto en la BBC (Autor: Jonathan Amos)