domingo, 8 de julio de 2007

Plástico autorreparable. De la ficción a la realidad

Juliett Morales cyt prensa-latina.cu
Quizá dentro de unos años no tengamos que preocuparnos por una gran fisura en la bolsa de plástico debido al peso de las naranjas. Tampoco de alguna rotura en la pieza de un avión en pleno vuelo. El material tendría la capacidad de autorrepararse.
Parece ciencia ficción. Objetos de plásticos que se arreglan solos, un buen tema de película, pero que podría pronto abandonar el mundo de la imaginación y pasar al de la vida real.
Investigadores de la Universidad estadounidense de Illinois, utilizaron una ciencia en desarrollo, la nanotecnología, para crear el material con capacidad de restañar sus heridas, lo que fue publicado en la revista Nature Materials.
Como muchos de los avances de las ciencias, que se inspiran en los fenómenos de la naturaleza, el equipo desarrolló el plástico autorregenerador a partir de la capacidad de cura de la piel humana.
Las bolsas de plástico resistentes podría ser una de las múltiples aplicaciones del invento de los científicos de Illinois.
Su principal uso sería en la medicina con el desarrollo de implantes médicos, prótesis externas (bucales, de brazos o piernas) o internas (catéters, venas artificiales).
También se explotaría en la aeronáutica y vuelos espaciales, lo que ayudaría a evitar tragedias como la del trasbordador Columbia en febrero del 2003, si el material de los cohetes tuviera la capacidad de autoarreglarse.
Sobre la inventiva del equipo estadounidense, el profesor Francisco Martínez Díaz, del Departamento de Ciencias de los Materiales de la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad de Chile, opinó que tiene "múltiples proyecciones".
"Por ejemplo en la microelectrónica, en aplicaciones celulares, piel sintética, o en la óptica, donde actualmente reparar los lentes de gran tamaño es muy costoso", indicó el experto.
El plástico autorregenerable funciona parecido al sistema vascular de los seres humanos. Al ocurrir la grieta son liberadas nanopartículas que la cicatrizan.
Cuando restañan la herida el material se vuelve a polimerizar, por lo que el plástico queda sin huella alguna de la grieta, algo parecido a las propiedades que exhibía el androide de "metal líquido" de la película "Terminador".
El mismo equipo de Illinois creó hace seis años polímeros con la posibilidad de autorrepararse cuando se exponen al calor o la presión.
Sin embargo, nunca antes se había creado una materia con el poder de "sanar" sus heridas, sin intervención alguna.
REDES MICROVASCULARES
El equipo formó los materiales reproduciendo de forma tridimensional redes microvasculares, parecidos a los existentes en la piel humana.
"Estos polímeros que se autorreparan son sustancias que van dentro de microcápsulas en un catalizador y están distribuidas en todo el material", explicó Martínez.
Esas microcápsulas -añadió- se desintegran y sueltan el agente reparador en presencia de una falla. Mediante catalizadores, ese compuesto se polimeriza, para subsanar el plástico.
El material autorreparable posee una capa superior, donde se hallan los catalizadores, y otra inferior, en la que existe una red que transporta el líquido reparador.
Por ahora, el material es capaz de reparar las averías superficiales, pero los investigadores trabajan para perfeccionarlo y hacer que también curen las de mayor profundidad.
Martínez considera que el costo es la principal limitante para la aplicación de ese producto a una escala mayor, aunque ya se habla de pinturas para automóviles con la capacidad de sanar, para fastidio de los que se entretienen en rayarlos.

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