La Naturaleza como modelo
Esta fué una de las (pocas) joyas presentadas en la reciente Greenbuild, en la sección de charlas educativas dedicadas a estratégias de diseño para zero (ó casi) emisiones de carbono.
El Teatro del Agua es una de las iniciativas centrales del Plan Maestro para el borde constero de la ciudad de Las Palmas, en las Islas Canarias, España, desarrollado por la oficina de arquitectura de Nicholas Grimshaw transformándose en una de las obras emblemáticas de producción sustentable de recursos naturales (en este caso, agua potable), a través de la destilación pasiva de agua de mar.
Basado en una idea original de Charlie Paton llamada “El Invernadero de Agua de Mar”, el sistema produce grandes cantidades de agua de mar destilada a través de múltiples paneles con sistemas combinados de evaporación y condensación de agua de mar. El agua de mar es calentada hasta transformarla en vapor, y luego condensada por el efecto de enfriamiento de tubos conteniendo agua (también de mar) extraída de zonas más profundas.
El sistema completo es casi completamente operado por energías renovables (paneles térmicos y fotovoltáicos). Como los paneles térmicos que provéen el calor necesario para la evaporación requieren de una temperatura constante, cada módulo posée también paneles fotovoltaicos que controlan la operación de celosías de sombreamiento manteniendo el asoleamiento en nivéles constantes y por ende la temperatura de operación.
Lo más fascinante de ésta charla fueron las imágenes sobre el increíble escarabajo de namibia, como fuente de inspiración natural del proyecto. Este especímen, posée una superficie en su cuerpo diseñada para capturar la humedad ambiente, condensando las gotas de agua en las protuberancias, en uno de los lugares más secos del planeta.
Para lograrlo, el escarabajo controla además la temperatura de su superficie corporal manteniéndose bajo tierra la mayor parte del día conservando el frío necesario para condensar humedad. Una véz fuera de su escondite, el escarabajo acumula el agua en su espalda y hacia el final del ciclo eleva la párte posterior de su cuerpo para que el agua escurra directamente hasta su boca… simplemente genial.
En el Teatro del Mar, el conjunto de paneles se dispone de manera tal que el conjunto crea un “telón de fondo” para un gran anfiteatro marino que se ubicará en medio de la bahía como símbolo de la innovación para comunidades en busca de reducir dramáticamente sus emisiones,
Otro “artefacto” de éste plan, también se inspira en la simpleza y efectividad de los sistemas naturales. En éste caso, se trata de un turbina de energía eólica que sigue los principios aerodinámicos de las semillas de sycamore.
Gracías a éste diseño, ésta turbina sigue con la exploración de los sistemas de rotación vertical (que hace rato están demonstrando su mayor efectividad por sobre las de rotación horizontal) se logra generar un momento en la base que aumenta notoriamente la velocidad de rotación sin necesariamente aumentar la vibración. Por otro lado, la velocidad de rotación disminuye a medida que se gana altura reduciendo a su paso el impacto sobre la fauna local. Esta turbina de enormes proporciones juega a su véz, el papel de centro de visitantes.
Quizás cuando dejemos de percibir la Naturaleza como un enemigo a dominar ó del cuál nos tenemos que defender, serán muchos más los que empiecen a descubir su infinita oferta de soluciones donde la sencillez, la eficiencia y belleza van indisolublemente de la mano.
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