lunes, 25 de junio de 2007

Superficies autorreparables – hacia la carretera que no necesita mantenimiento

Imaginaos que las grietas en la carretera o en el fuselaje de un avión pudieran repararse por sus propios medios, un poco al estilo de lo que hacemos nosotros cuando nos cortamos. Pues esa es la idea que han tenido unos investigadores de la Universidad de Illinois. Para lograrlo han construido una red de “capilares” de 200 micrones de diámetro interconectados, rellenos de un “agente reparador” de baja viscosidad, y la han impregnado de una epoxiresina.

Según informan los investigadores en la revista Nature Materials: “Una vez que se origina el daño en la cubierta, el agente reparador fluye desde los microcanales hacia la grieta a través de la red de capilares. Una vez que el agente reparador llega al nivel de la grieta, comienza a interactuar con las partículas catalizadoras en la cubierta para iniciar la polimerización, lo cual une de nuevo las superficies separadas por la grieta de forma autónoma. Tras un período suficiente, las grietas se reparan y se recupera la integridad estructural de la cubierta. Si las grietas vuelven a abrirse por la acción de las cargas, el ciclo de reparación se inicia de nuevo”.

El equipo de Illinois compara al sistema con los presentes en la naturaleza. “Los sistemas de reparación biológicos se llevan a cabo mediante una omnipresente red vascular que suministra los compuestos bioquímicos necesarios”, explican. “Un corte en la piel provoca un aumento del flujo sanguíneo, a través de la red de capilares, hacia la capa dérmica donde se produjo la herida para que rápidamente se forme un coágulo. Gracias a la naturaleza vascular de este suministro, aunque se produzcan daños menores en la misma área, el sistema puede curarlos de forma repetida”.

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